Los “edificios inteligentes” son el futuro de la construcción en Asia.
Todos los nuevos edificios comerciales y residenciales de lujo se están diseñando con el objetivo común de volverse inteligentes.
Sin embargo, la definición de edificio inteligente en todo el mundo aún no se ha llevado a un denominador común.
En Estados Unidos, los edificios inteligentes se dividen en categorías que incluyen cuatro criterios: estructura del edificio, sistemas de construcción, servicios de construcción y gestión de edificios.
En Europa, el énfasis principal está en la tecnología de la información. y las necesidades del usuario final.
En Singapur y China, el término «automatización» ha dominado históricamente junto con el uso de alta tecnología.
En nuestra opinión, la definición correcta de un edificio inteligente debería basarse en las necesidades de los consumidores, en lugar de de construir una imagen del edificio mismo con su infraestructura.
Singapur
El Departamento de Obras Civiles del Gobierno de Singapur determina que un “ edificio inteligente” (IB) debe cumplir tres condiciones:
1. El edificio debe contar con un moderno sistema de control que regule el funcionamiento del sistema de aire acondicionado, temperatura, iluminación, seguridad, protección contra incendios, etc., brindando a los residentes condiciones confortables.
2. El edificio debe tener un buen infraestructura de red, que permita el intercambio de información.
3. El edificio debe contar con soluciones modernas de telecomunicaciones.
China
En China, la definición de tecnología de la información hace hincapié en los sistemas de gestión y comunicaciones de los edificios que utilizan altas tecnologías.
En Shanghai, los desarrolladores de tecnologías de la información quieren decir que un edificio de este tipo debe realizar tres funciones principales: una función de comunicación, una oficina automatización y automatización de toda la gestión del edificio.
Algunos expertos separan el sistema de seguridad y contra incendios de la automatización general del edificio, ya que está equipado con una automatización independiente, mientras que otros sistemas de ingeniería de edificios utilizan soluciones técnicas complejas para integrarse entre sí.
Japón
En Japón, la definición de edificio inteligente se centra principalmente en las necesidades de las personas que se encuentran en el edificio e incluye cuatro aspectos principales:
1. Actuar como una plataforma para el intercambio de información y apoyo a la eficiencia de la gestión.
2. Garantizar que se cumplan las solicitudes y crear condiciones cómodas para las personas en el edificio.
3. Gestionar eficientemente el edificio y ofrecer un mejor servicio reduciendo los costes operativos.
4. Adaptarse rápidamente a los cambios, incluidos los económicos y sociales, estar vinculados a los procesos de la oficina y las estrategias comerciales.
De conformidad Con las características culturales de Japón, los edificios inteligentes deben soportar un entorno de trabajo eficiente, trabajar de forma autónoma y adaptarse a posibles cambios.
Requisitos para este tipo de edificio:
— funcionamiento preciso del sistema de aire acondicionado, proporcionando diferentes parámetros de microclima para grupos de usuarios en el edificio;
— sistema de iluminación;
— áreas de recreación;
— atrio;
— intercambio digital de información electrónica;
— redes informáticas locales de fibra óptica;
— sistema de monitoreo central;
— sistema de control de acceso;
— sistema automático de contabilidad de energía;
— sistema de cable de alto ancho de banda, así como el uso de otras tecnologías.
La definición de IZ en Japón difiere de la de otros países, especialmente de los occidentales, debido a una actitud más atenta hacia los ocupantes de los edificios y sus necesidades.
Sin embargo, nos parece que la definición japonesa de IZ es más adecuada que otras para crear un concepto universal de este término en Asia.
De ahí una estrategia de dos niveles para Se propone definir IZ.
El primer nivel incluirá 9 módulos de calidad ambiental.
1. Protección del medio ambiente — ahorro de energía.
2. Flexibilidad en el uso del espacio.
3. Comodidad para los ocupantes.
4. Eficiencia operativa.
5. Cultura.
6. Presencia de alta tecnología.
7. Medidas de seguridad.
8. Proceso constructivo.
9. Recuperación de la inversión durante el ciclo de vida del edificio.
El segundo nivel evalúa el conjunto de elementos clave: requisitos funcionales, espacios funcionales, tecnologías.
Cada uno de los 9 módulos selecciona una serie de elementos clave, en orden de prioridad.
Con dos niveles, podemos formular una nueva definición de “edificio inteligente”:
Un edificio inteligente El edificio debe diseñarse y construirse basándose en la selección de módulos de calidad ambiental que satisfagan los requisitos del usuario final y estén asociados con los elementos relevantes del edificio para aumentar su valor durante todo el ciclo de vida.
Esta definición de IZ incluye dos adiciones.
Esta definición de IZ incluye dos adiciones.
Esta definición de IZ incluye dos adiciones.
Esta definición de IZ incluye dos adiciones.
1. Requisitos de los diseñadores, propietarios de edificios y ocupantes.
2. Tecnologías inteligentes: sistemas y servicios.
La integración de estas adiciones crea parámetros mensurables para el edificio. (Rendimiento del sistema, valor de mercado, ahorro de energía, etc.).
Utilizando este enfoque, es posible identificar el mismo conjunto de criterios de evaluación para cualquier edificio.
Utilizando tales criterios, será posible evaluar si el edificio tiene las funciones inherentes a un edificio inteligente.